El año pasado tuve la maravillosa bendición de conocer a Nanda en Bali (Indonesia) quien me cuestionó el vivir tan cerca de Perú, y no haberlo visitado nunca.
Y aquí estoy! En la celebración de mis 28 años, decidí subir a Machu Picchu y llegar a el en un cómodo tren desde Ollantaytambo a Aguas Calientes, y luego en bus por media hora que te deja en el ingreso a la ciudad de los incas.
Perfeccionistas, buenos astrónomos y arquitectos, dedicados a la veneración de dioses y la naturaleza, pude conocer más sobre esta cultura que con mucha ingeniería creó esta ciudad para rendir culto, entre otras cosas, al sol (día) y la luna (noche). No es la ciudad perdida y no era un refugio secreto.
Este año se implementó la subida a Machu Picchu mediante dos turnos, yo tomé el segundo que es desde las 12:00 a las 17:00hrs. De seguro el de la mañana (y poder apreciar el amanecer) es otro sueño, maravilloso de admirar. Pero, no alcance ese cupo porque los de la mañana además tiene la opción de subir a la montaña del frente que es Huayna Picchu (400 cupos diarios en dos turnos, que se compran con meses de anticipación) entonces se agotan mucho más rápido.
Otra nueva modalidad es que debes ingresar obligadamente con guía, la expedición en compañía es de dos horas recorriendo todo, luego puedes explorar por tu cuenta. Agradecí tener a la guía Edith, quien se dio el tiempo de responder mis ignorantes preguntas.
Las fotografías son de regalo para Nanda, su familia y Gungti, espero algún día volver a Machu Picchu con ustedes. The photographs are a gift for Nanda, her family and Gungty. I hope someday to return to Machu Picchu with my beauty and balinesse friend.