En San Pedro nos refugiamos en la casa de la Sra. Octavia, en el Hostal Atacama Ancestral, a 10 minutos caminando del centro, un lugar muy cómodo con baños, cocina y dormitorios compartidos. Como nosotras éramos tres, salió todo bien, porque una pieza era para tres personas y tener cocina nos ayudó a ahorrar unas luquitas (manera coloquial – flaite- de decir dinero) en las comidas diarias. Como es temporada baja pudimos regatear el precio, y en realidad aún cuando haya sido temporada alta, está en mis venas pedir un descuento extra siempre, porque sí, porque no, porque así, viajo feliz.

La parada obligada es ir a comer por $5.500 el menú con entrada deliciosa, plato de fondo delicioso y postre delicioso en la Picá del Indio! Que manera de comer rico!  y se agradece porque encontrar verduras y fruta fresca fue dificil, entonces sabíamos que ahí encontraríamos algo sanito y casero.

Como comer es una de las mejores acciones que hacemos en el día, recomiendo ir a Machuca (pueblo) por la mañana, entre las 9:00 y 11:00hrs. que es cuando van los tours por las tradicionales empanadas de queso y los anticuchos de llamo (esto lo aprendimos yendo a las 15:00hrs. y encontrándonos con la sorpresa que el pueblito que ya parece fantasma, parecía más fantasmagórico aún). Los alimentos son obtenidos por animales de la misma comunidad, en donde no viven más de 12 personas, pero que se organizan para aprovechar a los turistas de paso que buscan comer algo local. La carne de llamo es seca y no es tan diferente a la de una linda vaca, pero las empanadas de queso de cabra uf! Les daría un premio al mejor descubrimiento del año.

Desde San Pedro tomamos el tour a Uyuni, así que solo estuvimos un día previo al tour para aclimatarnos y tomar mucho té de coca y luego de regreso de Bolivia disfrutamos San Peter, por 4 días más.

En esos días de paseo, aprovechamos los imperdibles como Valle de la Luna (foto nro.4 y 5), la Gran Duna (foto nro.2)  y tres Marías y el casco histórico. Las niñas pasearon por la Laguna Cejar (ahora cuesta $10.000 y $15.000 por persona según horario de ingreso) y Tebenquiche ($2.000 p/p) y Valle de la Muerte que la Gab lo hizo en Bici (arriendo de bicicleta por $3.000 por 6 horas). No pudimos hacer el tour astronómico (que tampoco pude hacer en Valle del Elqui el año pasado) porque nos tocó luna llena y no hubiésemos podido ver nada por los telescopios. El universo insiste en que no lo pueda admirar. El último día nos fuimos a Pozo tres ($4.000 la entrada p/p) que fue un excelente descubrimiento para escapar del insoportable calor. Pozo tres es una piscina de hasta 3,60mts. de profundidad con agua de río que estancan y por las tardes la liberan para que siga su flujo, recomendado para hacer asados y disfrutar en familia de un día de “piscina”.

Los primeros 2.000 kilómetros de manejo los hice con estas dos lindas compañías. Agradezco sean parte de este proyecto porque son parte importante de mi vida y pasar tiempo juntas en un nuevo lugar; fue más mágico de lo que puedo llegar a expresar. Ya me siento un pasito más cerca! #aFairbanks.