El eje cafetero tiene muchos rincones por visitar, pero el Valle de Cocora se transformó en un imperdible por lo lindo del lugar compuesto por muchas palmas de cera, el símbolo nacional. La entrada costó $4.000 pesos colombianos (un dolar y algo app.) y se encuentra a minutos del pueblito de Salento, un lugar lleno de balcones coloridos, casas antiguas y personas adorables. Un deliciosos menú en el pueblo se consigue por $11.000 Pesos colombianos (3 dolares app.)
El recorrido básico por las palmas es de tres horas, pero puedes contemplar el lugar todo el día porque vale la pena disfrutarlo, solo hay que ir con tenida de trekking y ganas de pasear. Es una finca hermosa que te hace sentir pequeña y fragil pero si te das cuentas las palmeras lo son también.
Los pueblos que nos recomendaron visitar fueron Calarcá, Córdoba, Pijao y Buenavista, todos son similares entre sí, pero mis dos favoritos fueron Finlandia por lo barato ya que no es turístico y Salento que está lleno de mochileros y los precios son para turistas, no locales. Por todos lados hay willys (jeep) que te transportan donde quieras a bajo precio, nosotras teníamos a la imparable de la Koranda.
Florencia
Los caballitos