Aquí comienza mi historia. Con el regalo de poder admirar el mar desde cualquier punto de la ciudad o de darle la bienvenida a los cruceros que arriban a este único puerto. Aquí comienzan los 365 destinos que tuve la bendición de disfrutar por estudios, trabajos, proyectos, porque sí, porque soñé con ellos o porque Dios los puso en mi camino.
Valparaíso no es un destino, es donde nací y el lugar más bonito que he podido apreciar por veinticinco años. No quería dejar afuera a los cerros iluminados, a la gente que sin problema te saluda en la calle con un amable “buenos días” aun cuando jamás te hayan visto.
No siempre viví aquí, nunca pude alejarme demasiado, hay algo que me hará regresar siempre, algo como la comida, calles, puerto, aire, muelle, escaleras, artesanos, música, bares, los cruceros y el mar.
Desde hoy, comienzo a hacer públicas las historias que creo importante transmitir.