En la ciudad azul conocimos a un pequeño y culto personaje de 14 años (cuarta foto) , coleccionista de billetes de diversos países del mundo. Me sorprendió conocer a su mamá quien nos invitó a tomar el té a su casa y conocer a su familia. Hace muchos años, nadie nos preguntaba cuál era nuestro hobby.

A Jodhpur si vale la pena ir, con buenas zapatillas para recorrer la ciudad a pie, con muchas baterías para la cámara porque cada rincón es más bonito que el anterior.

Concluí que lo que tanto me llamo la atención de estos lugares es que no hay leyes de tránsito, no hay policías, las mujeres no usan bolsos o carteras, los niños no usan pañales, nada no es picante, no hay confort (papel higiénico) en ningún baño, las vacas son intocables, los hombres escupen a cada rato y las personas, sin ofender a nadie, huelen realmente muy mal.

¡Ay India! es difícil saber si alguna vez, nos volveremos a ver.