Tomamos un vuelo desde Delhi a Varanasi, para conocer más sobre las cremaciones y la religión de India. Las niñas se aventuraron y fueron a verlas en vivo pero yo preferí esperarlas en el hostal.
Este fue nuestro último destino y el primero sin Soni, la ciudad se puede recorrer a pie, pero fue un desafió a pesar que ya nos comenzábamos a despedir del país. Tomábamos onces en el Open Hand que es totalmente recomendado, un buen refugio para escapar un poco del calor que todos los días se sentía peor.