¡Bucear! Es lo más increíble que he hecho en 28 años y no logro entender como no me atreví a hacerlo antes. Quizás tenía que ser en mi país, en español, en esta isla mágica y con un equipo de profesionales de calidad. También debo entender que aunque encuentre las palabras exactas, nunca podre reflejar lo que a 15 metros bajo el mar sentí.
Esperamos muchos días para que el mar estuviera en las mejores condiciones, es que cuando hay marejadas suele no ser tan visible por el movimiento de arena. Ese 23 de Marzo, fue un día demasiado hiperventilado, entendí que LOS CORALES NO SE TOCAN, que la naturaleza es inexplicablemente mágica y que si tienes tiempo y ganas debes darte la oportunidad de ver con tus ojos el mundo marino, no hay que dudarlo ni por un minuto. Cualquier persona puede bucear.
A minutos sentí ganas de hasta llorar de felicidad, agradecí la oportunidad de volver a sorprenderme y que el culpable de la sorpresa fuera el océano. Estaba controlando mi emoción y asombro, cuando con el gesto de la mano, me indica Cata (la mejor instructora de buceo de toda la isla de Rapa Nui Dive Center) que una tortuga se acercaba. Ahí supe que mi corazón si podía latir aún más fuerte.
Las fotografías son regalo de la Angelica y su hermosa gopro. La variedad de peces que vimos y sus nombres están publicados aquí.
Lo mejor de la isla: Bucear
Lo peor de la isla: Las cucarachas