Tomamos un vuelo desde Delhi a Varanasi, para conocer más sobre las cremaciones y la religión de India. Las niñas se aventuraron y fueron a verlas en vivo pero yo preferí esperarlas en el hostal. Este fue nuestro último destino y
Llegamos de noche y cruzamos un puente muy inestable (segunda foto) con las mochilas en la espalda, antes de llegar al hotel nos esperaba un pasillo de moscas casi imposible de atravesar pero lo logramos. Esta fue la parada más cruda de
En Pushkar nos quedamos en un cómodo y colorido Zostel, recomendable porque al menos no tenían ratones. Conocimos un buen mercado, visitamos el Pushkar lake, almorzamos en Den Duba Restaurant (tercera foto) y hubo un día que anduvimos en folicular
En la ciudad azul conocimos a un pequeño y culto personaje de 14 años (cuarta foto) , coleccionista de billetes de diversos países del mundo. Me sorprendió conocer a su mamá quien nos invitó a tomar el té a su
Udaipur fue un lugar muy mágico, de los pocos rincones que me gustaron de India, con estrechas calles en pequeños cerros, con pintorescos negocios como los del mercado Bapu en donde la artesanía local es en base a cuero, telas,
Llegamos a la ciudad de Soni, conocimos a su familia y los ojos posiblemente más bonitos que he visto (you’re beautiful) Recorrimos el histórico Amber Fort con un guía que intento hablar español pero no (mejor tomar los tours en inglés),
En una de las tantas juntas que hicimos con las niñas previo al viaje, quisimos darle un giro a India. Optamos por la comodidad y seguridad que nos ofrecía Bhagwan Soni, a un muy bajo precio (económico porque éramos tres). Sin
Quisiera nunca olvidar que antes de llegar a Delhi, di un paseo por el globo: Panamá, Punta Cana, Múnich, Roma, Ámsterdam y finalmente un 20 de Mayo aterrice en India. Denomino esto: “haber encontrado un pasaje con muchas (excesivas) escalas