Y de pronto el tiempo se detuvo. Aparecieron carretas con caballos, niños manejando tractores enormes, mujeres sin sonrisa, niñas tan blancas como las nubes y más rubias que el sol, todo lo vi en un set lleno casas perfectas rodeadas de campo fértil para trabajar. Me sentí entrando en un estudio de Hollywood pero estaba a media hora de Bacalar, en donde vive una colonia de menonitas, católicos extremistas que siguen la doctrina de Menno Simons. Es una obra maestra mirarlos, no puedo disimularlo, ya tienen toda mi atención, con respeto, pero toda mi atención.
Una comunidad que permanece unida, forman un lazo libre de celulares y todo tipo de tecnología. Es como si vivieran fuera del tiempo y todo suena muy romántico, hasta que eliges trabajar con ellos (porque son increíbles inventores). Ahí sufres las consecuencias, porque la comunicación va en contra, no hay manera de contactarlos mas que hablando presencial con ellos, entonces si acuerdas algo lo cumples, no hay ninguna posibilidad de cambiar los planes, fijar un nuevo horario, ver resultados previos, nada. “Whatsapp” o “internet” no son parte de su vocabulario.
Los primeros menonitas que llegaron a Mexico
se trasladaron en familias completas con sus pertenencias y costumbres.
Pocos hablan español, estudian solo un par de años, se comunican en alemán, se cansan entre ellos, existen menonitas rebeldes que dejan de serlo, tiene un chingo de hijos y la ultima palabra a la hora de tomar decisiones la dice la mujer.
Seguiré visitándolos porque hacen el mejor queso de México y los mejores helados de vainilla, mientras eso exista podre manejar 14 kilómetros solo para ver esta película antigua a colores.
Tio Wiki dice que los menonitas son un grupo religioso y étnico que tuvo su origen en 1525 en Zúrich (Suiza), cuya doctrina se basa en la Biblia como palabra de Dios. Son seguidores de las creencias de Menno Simons, un líder pacifista del movimiento anabaptista durante la Reforma Protestante.